Por: Ingrid Jarillo y Coro Pérez.
Como viene siendo tradición, el 8 de Marzo, día de la mujer trabajadora, se viene celebrando un acto en el cual se homenajean a tres mujeres calañesas que por su destacada capacidad de trabajo, dedican este día a ellas en reconocimiento a su trayectoria profesional.
Este año, se ha adelantado al día 6 de Marzo para no hacerlo coincidir con el sábado, según los Informes de Alcaldía del último pleno.
La organización corresponde al Ayuntamiento de Calañas, y su Concejalía de Mujer, Juventud, Sanidad y Medio Ambiente encabeza por Maribel García Díaz,
Ha sido un acto emotivo moderado por Dolores Harriero, técnico de cultura del consistorio.
Abrió la Alcaldesa Ana del Carmen Romero, dedicando unas palabras a todas las mujeres trabajadoras. Hubo palabras de recuerdo para Cinta Castillo, como responsable del Instituto de La Mujer en Huelva, por la labor realizada y vinculación con Calañas que tuvo durante su vida.
Fue Marina Sánchez, Presienta de la Asociación de Mujeres la Galana, la que tomo luego la palabra y quiso manifestar la unión de amistad y familiar que mantiene con las homenajeadas.
Catalina Sánchez Rivera, Juana Terrón León y Reposo Sánchez Vizcaíno dignas merecedoras de este homenaje donde María Rico (nieta), María Merino (hija) y Francisco Trabajo (nieto) respectivamente, presentaron a sus “MUJERES” entre fotos y palabras que narraban sensiblemente la historia desde sus jóvenes y prematuros comicios laborales, hasta ahora, donde las tres tienen grandes familias, con hijos, nietos y bisnietos que las cuidan y las miman.
Fueron galardonadas con un ramo de flores y una placa conmemorativa que entregaron miembros del Ayuntamiento.
Transmitieron y demostraron valores como el esfuerzo, el amor a la familia, la constancia, la lucha, y la fortaleza son entrenados por la vida, blindados por actitud positiva y creciente, y bruñidos como metales sonoros que afinan y templan los años en la espalda.
Enhorabuena a todas las mujeres, porque todas son trabajadoras, sea remunerado o no. Luchadoras incansables que se dejan la piel por sus familias, hembras gloriosas de corazones alimentados por el amor orgulloso que de sus vástagos llenan. Guerreras de la vida.
El acto finalizó con el cuadro flamenco de Isabel Benjumea. Deleitó con su cante y el baile de “sus niñas”- como se refirió a ellas- a los allí presentes para despedir el homenaje de andaluzas maneras.
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