Por Manuel Contreras
La generación de estudiantes becados está al borde del abismo, las decisiones tomadas meses atrás al respecto por el gobierno complica que nuestros jóvenes puedan beneficiarse de una ayuda económica para realizar sus estudios.
Como es habitual a la hora de explicar los por qué de cada decisión, la descalificación hacia los estudiantes fue por delante, considerándolos como vagos y poco trabajadores, eso sí con palabras algo adornadas, eufemismos y conceptos rediseñados. Como el de excelencia. Deberían llevarlo a otros campos, digo yo. Que tome nota Wert.
Foto de jóvenes manifestantes de Madrid. Samuel Sánchez.
Lo cierto y verdad es que los becarios son cada vez menos, y si ya ser un becario en este país ha sido desde siempre un oficio basura, ahora lo será aún más, puesto que las cuantías de las becas son aún menores. Además para colmo el becario, que realiza funciones como las de investigación y que es un titulado superior, a pesar de trabajar con horario de 40 horas semanales y pagar el IRPF correspondiente, no tiene derecho a retribución si queda parado, es decir, si se agota la beca.
Por otro lado, no son extraños los retrasos en el pago de las becas y de las fechas de comienzo de los proyectos a los que van asociados, hay retrasos de hasta dos años para percibir el dinero en estancias en el extranjero y las becas para estudios de grado actualmente no se han pagado en su totalidad, a falta de poco más de un mes para la finalizar el curso.
Por lo que los jóvenes investigadores, aquellos a los que ahora, se le requiere una nota media de casi un sobresaliente para pedir una beca doctoral, aquellos que obviamente son excelentes, como le gusta decir a Wert, siguen siendo considerados becarios, es decir, sin derechos. Un trabajador de segunda con una alta cualificación y sin horizonte claro.
Foto de jóvenes investigadores. esmateria.com
Muchos jóvenes hartos de la situación actual, dudan de si en un país diseñado para necios es oportuno tener estudios, gastar su tiempo y dinero para nada. Muchos ni siquiera se lo pueden plantear, las tasas se han duplicado en muchos casos, un disparate más, de una casta que debería estar extinta de sus funciones, por no ser, y lo peor de todo, ni pretender, ser excelentes.
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