Otra vez, y mejor aun, los vecinos de la urbanización Isabel
Jara, realizaron su segunda verbena acompañados de otras familias que sin vivir
en la urbanización, fueron acogidos como tales. Belén se encargó de la
organización de la verbena.
Una cena copiosa, donde las carnes a la brasa eran
el plato principal, de ellas se encargaba Pedro Juan, maestro de parrilla, y
una cantidad de entremeses y canapés de exquisita elaboración donde triunfó Fran
con sus bocaditos marca de la casa y Carmelo que hizo las delicia de los
paladares con su panceta curada de forma muy original, después la noche se
alargó al son de las guitarras de Vicente y Juan Andrés y de la voz y el baile
del incombustible Raimundo, todo regado con cerveza y algún que otro cubatilla.
Una magnífica noche que ayudó a unir lazos entre los vecinos, alrededor de una
mesa entre buena comida y buena música. Esta verbena empieza a consolidarse.
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