Hoy domingo aun presenciamos el panorama que se lleva repitiendo desde que comenzó el estado de alarma en los alrededores del paseo del Real, especialmente en lugares cercanos a los supermercados. Personas que arrojan los guantes al suelo tras finalizar sus compras o realizar otra tarea, en un acto de egoísmo e irresponsabilidad, que ponen en peligro nuestra seguridad en general y por consiguiente la de ellos mismos y sus seres queridos. Esta es precisamente una de las partes del pueblo con más papeleras por metro cuadrado, y todos los guantes que hay tirados por esta zona están a escasos metros de alguna de ellas, por lo que el esfuerzo que conlleva evitar este posible foco de infección es mínimo.
Los supermercados suponen un lugar de alto riesgo para el contagio, por lo que es necesario acudir a ellos lo menos posible, respetando siempre las distancias de seguridad y haciendo listas de la compra con previsión, pero con cabeza para evitar compras innecesarias de productos que caduquen antes de ser consumidos.
Acudir con guantes y mascarillas es primordial para minimizar los posibles contagios. Aunque la escasez de estos productos es la principal traba, esto ha motivado que muchas personas hayan fabricado sus propias mascarillas con telas y gomas, o lavar los guantes con lejía o jabón para poder seguir dándoles más usos si no disponemos de más.
Y por supuesto evitar las salidas de casa salvo lo permitido y estrictamente necesario, sigue siendo la primera vía de contención.
Gozamos aun del privilegio de no contar con ningún caso declarado de coronavirus en Calañas, pero los infectados se están multiplicando alrededor, y las previsiones no son para nada alentadoras, por lo que si seguimos sin tomar este tipo de medidas de manera totalmente generalizada, será difícil de evitar su propagación en nuestra localidad.
Para ello es necesario que actuemos y tratemos de evitar que otros se salten las reglas. Entre todos podemos conseguirlo, tanto en primera persona como a la hora de observar y comunicar este tipo de imprudencias. Solo así podemos ganar una guerra que no entiende de ideologías ni colores, y cuyo enemigo invisible es común para todos. Solo así podremos evitar que se repitan imágenes como estas:
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