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La pesadilla del terrorismo

Publicado por : manuel contreras acuña a : viernes, 24 de junio de 2016 0 comentarios
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Por Manuel Contreras

Llevamos décadas sufriendo el terrorismo en este país, la magnitud del problema es, tal vez, mayor cada día que pasa. Los condicionantes han variado y también la percepción, por tanto, no sería ningún disparate reflexionar sobre el propio concepto  del término. Si nos detenemos a leer la definición que hace la Real Academia de la Lengua Española, su primera acepción es “Dominación por el terror”, así pues, y al hilo de dicha definición es posible ampliar el concepto de terrorismo más allá del concepto clásico.

Ya son muchas las voces que lo han hecho para referirse como tal a la “violencia de género” o “violencia machista”. Este tipo de terrorismo se sostiene en fuertes raíces sociales en todo el mundo, y particularmente en España, y suponen una lacra que traba los derechos de las mujeres, como la conciliación familiar, fomentan la discriminación sexual (por ejemplo en sus roles sociales y laborales), y en último término es el detonante para el maltrato y/o el asesinato de cientos de mujeres en nuestro país, y muchas más en todo el mundo (mención aparte tienen la prostitución o actos repugnantes como la ablación sexual).

Por otro lado, hace meses analizábamos en este mismo periódico el terrorismo islamista o yihadista (que se sitúa dentro del terrorismo clásico, con matices en cuanto a organización y extensión), a mí personalmente, me gusta adjetivarlo además como “extremista religioso”. En dichas líneas, desglosábamos los puntos fundamentales para entender este movimiento, desde las motivaciones personales de sus integrantes hasta las vías de financiación (Yihadismo (primera y segunda parte)). Deteniéndonos en esto último punto, hablábamos de los paraísos fiscales como elemento clave para el entramado yihadista.

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Y son precisamente los paraísos fiscales una muestra fundamental del que se puede establecer como el tercer tipo de terrorismo (amén del machista y el clásico), que se definiría como Terrorismo Financiero. El concepto aunque amplio y complejo, se podría resumir como “El uso del poder económico como instrumento para ejercer opresión, la cual genera miseria, dolor o muertes ¿Qué mayor terror?”.

Dicho terrorismo tiene como sostén el propio sistema socio-económico actual, en el que, por ejemplo, las propias democracias están a expensas, en cierto sentido, de los llamados mercados. Siendo organizaciones no democráticas las que gobiernan a la sombra. Por tanto, el problema es mucho más profundo que la simple corrupción -Casos como “Los Papeles de Panamá” o “Los Papeles de la Castellana”, más recientemente, o como “La lista Falciani” hace algún tiempo, nos han dejado entrever cómo funcionan buena parte de las altas esferas políticas y económicas, muy ligadas a la injusticia y al delito (deducciones impositivas, desfalcos, blanqueo de capitales (desde el crimen organizado a empresarios o políticos), capitales procedentes de la corrupción)- ya que son las presiones de Lobbys empresariales, del FMI, agencias de calificación etc. las que causan políticas que producen pobreza, desigualdad y muertes. Casos como el comercio de mercancías procedentes de países que no cumplen con los derechos humanos recogidos en la carta de Naciones Unidas o de conflictos bélicos como los del Congo, Chad, Afganistán o Irak son algunos ejemplos más que claros.

        
                                       Algunas muestras de humor gráfico referente al llamado Terrorismo Financiero.

Conflictos, camuflados muchas veces, por los países occidentales como actuaciones libertarias que buscan democracia, y que sin embargo, han causado miles de muertos y desplazados, y cuyo fin último es el enriquecimiento de ciertos sectores económicos (petroleras, empresas armamentísticas (sector que más dinero mueve en el mundo) o mineras). Y que a menudo tienen como resultado otros movimientos terroristas.

Ni que decir tiene, que la lista es mucho más amplia, por poner algunos ejemplos:

* La especulación bursátil sobre los bonos generó la crisis de la deuda pública a través de la subida “artificial” de la prima de riesgo entre 2010 y 2012. Causó Sobre-endudamiento público, consecuencia recortes en  prestaciones y derechos sociales.

* Las hipotecas subprime  y  el desplome de “Lehman and Brother” que generaron una crisis mundial en 2008. Causó el desplome del sistema financiero mundial, consecuencia la ciudadanía paga los costes del despilfarro y la mala gestión privada, aumenta el paro en occidente y se reducen derechos obreros. Aumento deuda pública para el rescate del sector bancario. (Pobreza, miseria y muertes)

* Subida del coste del cereal. Existe un incremento desde hace años debido a su uso como materia prima energética. No hay regulación de los mercados por parte de los organismos públicos. Causa crisis alimenticia mundial (muertes y desplazados).

* Monsanto, monopolio del banco de semillas mundial, privatización de la naturaleza e imposición de los transgénicos. Consecuencias, empobrecimiento de agricultores en todo el mundo, crisis alimentaria, deterioro extremadamente grave al medio ambiente (pérdida de biodiversidad de plantas autóctonas, contaminación genética y desaparición de hábitats), desplazados y muertes.

* Sector energético. Bajada del precio del petróleo debido a causas externas a la demanda. Consecuencia, deterioro medio ambiental por un mayor uso de este recurso, pobreza en países dependientes, muertes (hay conflictos bélicos que tienen como origen esta materia prima, desestabilización de Oriente Medio).
Monopolios, subida artificial de la factura al cliente final no basada en mayor demanda. Consecuencia: pobreza, menor productividad empresarial, pobreza energética.


*Grandes Corporaciones. Competencia desleal, desplome de los precios de las materias primas (sobre todo en agricultura y ganadería), desaparición de las pequeñas y medianas empresas en muchos sectores, por ejemplo en el textil, pequeño comercio y alimentación. Consecuencia: deslocalización aprovechándose legislaciones más débiles o inexistentes para mejorar los márgenes gananciales. Consecuencia: explotación infantil, incumplimiento sistemático de los derechos humanos y obreros y  de los acuerdos internacionales en materia de medio ambiente. Causa: pobreza, desplazamientos, conflictos bélicos, muertes. 

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