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Dori Martín, una historia de humanidad en tiempos de crisis

Publicado por : elmorante.es a : jueves, 26 de marzo de 2020 0 comentarios
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La crisis del coronavirus ha mostrado también el lado más solidario de mucha gente, que aun trabajando en primera linea de fuego frente esta lucha, siguen pasando a veces de manera inadvertida. Es el caso de quienes trabajan en los supermercados, velando para que en nuestro estado de confinamiento no nos privemos de adquirir lo más esencial. Es sabido por todos el foco de infección que suponen estos lugares, dando lugar en muchas ocasiones a comportamientos que rozan la histeria entre los clientes. Sin embargo, siempre hay personas que aun en los momentos más difíciles siguen sacando lo mejor de si mismos, y nos enseñan que el camino para salir de esta y todas las guerras, está escrito siempre en los mapas del corazón.

Esta es la historia de Dori Martín, una jóven de 28 años natural de Calañas, que reside en Sevilla donde trabaja en una famosa cadena de supermercados. Desde su jornada laboral observó como un anciano trataba de realizar una pesada compra para seguir en su confinamiento, con las dificultades propias de su edad, a las que se le sumaba la mirada recelosa e injustificada de algunos clientes, solo por tratarse de alguien mayor y sin mascarilla. 

Pero eso no le importó a Dori, que no dudo un instante en dejar su labor para ayudarle a que pudiera completar y transportar el carro repleto de alimentos. Cuando se procedía a llevar la compra de dicho cliente a la caja, y ante la negativa de un joven a que le cediera su turno, Dori habilitó una caja expresamente para que este señor no tuviera que esperar. Allí conocieron a un chico que se interesó también por la situación, y se ofreció a llevar esta y todas las compras que necesitara este señor, el cual les confesó que era un ingeniero jubilado de 72 años, con una mujer que tenía problemas de movilidad y un hijo que tampoco podía ayudar por ser dependiente. 

La historia se completa al día siguiente, cuando la coordinadora de Dori la llama para comunicarle que dicho cliente se había puesto en contacto con el supermercado, para agradecer el trato tan altruista que había recibido, y que prometía agradecérselo a Dori en persona una vez que pasara el estado de alarma. 


Al igual que ha pasado con el personal sanitario, esta crisis nos ha enseñado que los verdaderos héroes no llevan capa ni tienen poderes sobrehumanos, sino todo lo contrario, el poder más valioso que tienen es el lado más humano. 

Gracias a todas esas personas, que al igual que Dori, siguen al pié del cañón y aun así nos regalan una sincera sonrisa, esa que aunque no se vea por la mascarilla, se siente desde dentro. Porque solo con personas así venceremos sin lugar a dudas esta lucha. 








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