Por Juan José Hidalgo
Notas del autor
Las referencias, unas veces documentadas y muchas
entresacadas de diálogos mantenidos con terceros, además de los recuerdos, ya
bastante lejanos, de la infancia y adolescencia del autor de estos relatos, son
la base para atrevernos a publicar los mismos.
Está claro que tratamos de llevar al papel lo más
fidedignamente posible un documento, un relato o un recuerdo. Esto no quiere
decir que no podamos estar equivocados. Errores seguro que hay muchos y espero
que los lectores sepan disculparlos y perdonar.
Estamos también seguros, que cualquiera de
nuestro pueblo puede añadir muchas más cosas de todo lo que aquí contamos y a
eso animamos, a que se atrevan también a exponer sus recuerdos.
También, apuntar, que todo está hecho con la
mejor de las voluntades y sin el más mínimo atisbo de faltar a los personajes
que aquí recogemos y mucho menos a sus familiares y allegados.
¡¡Vayan estos relatos precisamente para ellos con
todo el cariño que se merecen!!
Mamerto y sus “mamertadas” (y 3)
La Cueva
Hemos hablado de Mamerto, como portero de futbol, como
participante en los Concursos de Fandangos de RNE de los años 50 y hoy vamos a
hablar, como se diría ahora, de sus dotes de emprendedor.
Antes de nada, hay que decir que Mamerto fue un
superviviente de la vida, un luchador que tuvo que agarrarse a lo que algunas
veces le salía y lo que no le salía tenía que inventarlo. Había que vivir.
Por eso fue
Minero
Camarero. En varios sitios. Lo recordamos ayudando a
Fernando el mariscalo en su casino y también en las terrazas de los
bares del Real en algunas ferias.
Además de
labores en el campo y un largo etc.
Empresario. Puso un
"bar" al que llamó LA CUEVA.
Vamos a detenernos un poco más de cerca en este
asunto.
La Cueva fue famosa en su época, sólo,
porque la regentaba Mamerto.
El bar no era precisamente un dechado de
instalación, ni moderna, ni antigua.
Uno recuerda que era una casa de las habituales
de Calañas, de una sola planta, con un pasillo hasta el corral y a un lado de
ese pasillo las habitaciones.
La entrada, el zaguán, era una estancia inmediata
a la entrada principal, que abarcaba el ancho de pasillo y habitaciones.
Detalle de planta de una casa parecida a la que usó Mamerto para La Cueva |
En ese zaguán instaló Mamerto un mostrador de madera en el que no cabrían de pie más de cuatro o cinco parroquianos. Este era el espacio que se ofrecía para el trasiego de clientes y esa era toda la instalación que se ofrecía.
Estaba ubicado el bar en la calle La Fuente 1ª
(Carlos Obligado) en la acera donde hoy se encuentra la Caja Rural pero
tres casas más abajo.
Situación de La Cueva en la calle La Fuente. La foto es de una época bastante posterior. |
De ahí salió el fandango
Cruceño que va
a Calañas
y no pasa por
La Cueva,
ese será mu
cruceño
pero no de
Villanueva.
Las Cruces es muy querido en Calañas y ambos pueblos
siempre se han respetado y mantenido excelentes relaciones.
Los cruceños solían acudir a Calañas, y al revés, con
motivo de negocios ganaderos y agrícolas y compras y otras gestiones.
El lugar de encuentro, inevitablemente y con toda
seguridad, era La Cueva.
Allí se cerraban negocios y se tomaban las copas
correspondientes, hubieran fructificados, o no, esos negocios.
La mayoría de las veces las copas venían sin necesidad
de negocios y solían ser las de antes de comer, las del aperitivo, que se
alargaban sin necesidad de ninguna disculpa y el aguardiente se prolongaba en
bastantes ocasiones hasta por la tarde y…
Recientemente me contaba un cruceño de pro, que
estudió el bachillerato en Calañas, que en La Cueva fue su bautizo de
aguardiente con 17 años. Esto de los botellones tampoco es nuevo, por mucho
que crea la gente nueva que nos enseñan algo.
Pero no sólo iban a La Cueva cruceños, por supuesto,
también calañeses. Muchas “reuniones” de amigos caían por allí, algunos de
hábito diario, a tomar sus copas de aguardiente de antes de comer. Y de antes y
después de cenar. Y…
La Cueva estuvo operativa unos cuantos años de la
década de los 60, en la que se inició y acabó su actividad.
La bebida favorita, al igual que en la mayoría de los
bares del Ándevalo, sin duda fue el aguardiente. Hoy se ha cambiado en mucha
medida ese favoritismo a favor del whisky. Otra costumbre arraigada que se ha
terminado yendo.
Seguro que el personaje de Mamerto, reúne muchas más
anécdotas de las aquí descritas.
¡¡Vayan estas líneas como reconocimiento
al gran MAMERTO!!
Datos
del autor
Hijo de
Rodrigo Hidalgo y de Cinta Núñez.
Salió a edad
temprana de Calañas, pero no por eso ha dejado de volver y empaparse de los hechos
calañeses.
Actualmente
vive en Madrid.
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