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Una prohibición global a las políticas de izquierdas

Publicado por : elmorante.es a : miércoles, 4 de junio de 2014 0 comentarios
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Por Fernando Verde

Esta es la traducción del artículo de opinión de George Monbiot, publicada en The Guardian, periódico inglés. Me pareció relevante y de especial importancia al comprobar esta mañana (3 de Junio) que el presidente de la patronal española informaba haber estado en una reunión del tratado que se menciona en el artículo el mismo día que el aún Rey informaba de su abdicación. Me volvió a la memoria. Y decidí mostrarlo. El artículo original, puede consultarse en www.monbiot.com y está lleno de referencias periodísticas a los hechos que en él se describen. Muy poca cobertura por parte de los medios españoles. 


                            Una prohibición global a las políticas de izquierdas 
Así es cómo las nuevas leyes están siendo introducidas de tapadillo en los acuerdos y repartos de comercio. Por George Monbiot, publicado en The Guardian el 5 de Noviembre de 2013 

¿Recuerdas ese referéndum sobre si deberíamos crear un mercado único con los Estados Unidos? Ya sabes, el que preguntaba si las corporaciones deberían tener el poder de derribar nuestras leyes. No, yo tampoco. Pero cuidado, me pasé diez minutos el otro día buscando mi reloj, antes de darme cuenta de que lo llevaba puesto. Olvidarme del referéndum es otra señal de envejecimiento. Porque debe haber habido uno, ¿no? Tras toda esa agonía sobre si deberíamos o no permanecer en la Unión Europea, el gobierno no cedería nuestra soberanía a un sombrío cuerpo no democrático sin consultarnos. ¿O sí? El propósito del Acuerdo de Mercado e Inversión Transatlántico es el de borrar las diferencias regulatorias entre los Estados Unidos y la Unión Europea. Lo mencioné hace un par de semanas. Pero me dejé atrás el asunto más importante: la notable capacidad que otorgaría a las grandes compañías para llevar a los tribunales por la mismísima luz del día a los gobiernos que intenten defender a sus ciudadanos. Permitiría a un panal de abogados corporativos gobernar por encima de la voluntad del parlamento y destruir nuestras protecciones legales. Sin embargo, los protectores de nuestra soberanía no dicen nada. 

Datos de las mayores corporaciones mundiales.
patasarribavlc.blogspot.com
El mecanismo se llama “acuerdo de disputa entre inversor-estado”. Ya está siendo usado en muchas partes del mundo para matar las regulaciones que protegen a las personas y al mundo viviente. El gobierno australiano, tras debates masivos dentro y fuera del parlamento, decidió que el tabaco debería ser vendido en paquetes lisos, solo marcados con impactantes advertencias sanitarias. La decisión fue validada por la corte suprema australiana. Pero, usando un acuerdo mercantil que Australia alcanzó con Hong Kong, la compañía de tabaco Philip Morris ha pedido a un tribunal internacional que le otorgue una vasta suma en compensación por la pérdida de lo que llama su propiedad intelectual. 

Durante su crisis financiera, y en respuesta a la ira pública por la subida imparable de impuestos, Argentina impuso una congelación en las facturas de la energía y el agua de los ciudadanos (¿te suena de algo?). Fue denunciada por las compañías internacionales de servicios cuyas enormes facturas habían empujado a actuar al gobierno. Por esto, y otros tales delitos, Argentina ha sido obligada a pagar más de mil millones de dólares en compensación. En El Salvador, las comunidades locales lograron con un gran coste (tres defensores fueron asesinados) persuadir al gobierno de que rechazara dar permiso a una inmensa mina de oro que amenazaba con contaminar sus fuentes de agua. ¿Una victoria para la democracia? No durante mucho tiempo, tal vez. La compañía canadiense que buscaba cavar dicha mina está demandando a El Salvador por 315 millones de dólares por la pérdida anticipada de beneficios futuros. 

En Canadá, los tribunales revocaron dos patentes propiedad de la farmacéutica estadounidense Eli Lilly, en base a que la compañía no había demostrado con bastantes pruebas que tuvieran los efectos beneficiosos que anunciaban. Eli Lilly está demandando al gobierno canadiense por valor de 500 millones de dólares, y exigiendo que se modifiquen las leyes de patentes en Canadá. Estas compañías (y cientos de otras) están usando las reglas de “disputa entre inversor-estado” incrustadas en los tratados de comercio firmados por los países a los que demandan. Las reglas están reforzadas por los comités que no tienen ninguno de los salvaguardas que esperamos en nuestros propios tribunales.


Reparto de la riqueza en el mundo.
juantorreslopez.com
 Las audiencias se celebran en secreto. Los jueces son abogados corporativistas, muchos de los cuales trabajan para las corporaciones del tipo de los casos que auditan. Los ciudadanos y las comunidades afectadas no tienen representación legal. No hay derecho de apelación por los hechos del caso. Sin embargo, pueden derrocar la soberanía de los parlamentos y las regulaciones de los tribunales supremos. ¿No te lo crees? Esto es lo que uno de los jueces de estos tribunales dice sobre su trabajo. “Cuando me despierto por la noche y pienso en el arbitraje, nunca deja de asombrarme que los estados soberanos se hayan sometido a este arbitraje de inversiones… A tres individuos privados se les otorga el poder de revisar, sin ninguna restricción o procedimiento de apelación, todas las acciones del gobierno, todas las decisiones de los tribunales, y todas las leyes y regulaciones que emanan del parlamento.” No hay, en compensación, derechos para los ciudadanos. No podemos usar estos tribunales para exigir mejor protección contra la codicia corporativa. Como el Centro Democrático dice, esto es “un sistema de justicia privatizado para las corporaciones globales.” Incluso si estos pleitos no tienen éxito, pueden ejercer un poderoso y escalofriante efecto sobre la legislación.

terraxaman.blogspot.com
 Un oficial del gobierno de Canadá, hablando sobre las leyes aprobadas por el Acuerdo de Libre Mercado Norteamericano, señaló, “He visto cartas de buffets de abogados de Nueva York y Washington llegar hasta el Gobierno canadiense por virtualmente cada nueva regulación y propuesta medioambiental durante los últimos cinco años. Incluían agentes químicos de lavado en seco, farmacéuticas, pesticidas, leyes de patentes. Casi todas las nuevas iniciativas eran enfiladas y casi ninguna llegó a ver la luz del día.” La democracia, como ente significativo, es imposible bajo estas circunstancias. Este es el sistema al que estaremos sujetos si el tratado transatlántico sigue adelante. 


Las marcas de algunas corporaciones.

Los Estados Unidos y la Comisión Europea, que han sido capturados ambos por las corporaciones que se supone han de regular, están presionando para que la resolución del “acuerdo de disputa entre inversor-estado” sea incluida en el acuerdo. La Comisión justifica esta política afirmando que los tribunales domésticos no ofrecen a las corporaciones la suficiente protección porque “puede que no sean parciales o que carezcan de independencia”. ¿De qué tribunal está hablando? ¿De los de Estados Unidos? ¿De sus propios estados miembros? No lo aclara. De hecho, no logra dar un solo ejemplo concreto que demuestre la necesidad de un nuevo sistema extrajudicial. Se debe precisamente a que nuestros tribunales generalmente son imparciales y a que no carecen de independencia, por lo que las corporaciones quieran evitarlos. La Unión Europea quiere sustituir tribunales abiertos, responsables y soberanos por un sistema cerrado y corrupto, enrevesado con conflictos de interés y poderes arbitrarios. Las leyes inversor-estado podrían ser utilizadas para machacar cualquier intento de salvar el sistema sanitario del control corporativo, de re-regular a la banca, de contener la codicia de las compañías energéticas, de renacionalizar el sistema ferroviario, de abandonar los combustibles fósiles. Estas leyes cierran alternativas democráticas. Ilegalizan las políticas de izquierdas. Esto es por lo que no ha habido ningún intento por parte de nuestro gobierno de informarnos sobre este monstruoso asalto a la democracia, ni que decir tiene, ni siquiera de consultarnos. 

Esto es por lo que los Conservadores que resoplan con la soberanía permanecen callados. Despertad, pueblo, nos están metiendo en un pozo.




El morante.es recomienda la lectura de una de nuestras primeras entradas, en la que se desgrana el reparto de la riqueza mundial:  http://www.elmorante.es/2014/02/un-pueblecitoandaluz.html


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