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Entrevista a Rodrigo de Carranza, nuevo Hermano Mayor

Publicado por : elmorante.es a : jueves, 15 de agosto de 2019 0 comentarios
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Por Juan José García 

A lo largo de más de 300 años, las varas del Cabildo de la Hermandad de Ntra. Sra de la Coronada, se han ido transmitiendo de generación en generación, con la ilusión y el esfuerzo que solo puede emanar de la más pura fe. Ayer tomó posesión un nuevo grupo, que durante los próximos tres años invertirán gran parte de su tiempo y ganas, velando para que la tradición más arraigada de la idiosincrasia calañesa, siga luciendo en su plenitud. Rodrigo de Carranza es el nombre propio desde el que se han forjado los cimientos de esta nueva Hermandad que comienza ya su andadura. Alguien que cuenta ya con la experiencia de haber formado parte de otra de ellas, el  privilegio de haber sido  pregonero, y que ahora tiene el honor de ser el nuevo Hermano Mayor.

¿Cuáles son los sentimientos que afloran, ante este momento por el que llevas soñando desde hace tiempo?

Hay varios sentimientos que ya se pusieron de manifiesto tras la jornada dominical del catorce de julio cuando los calañeses ejercieron su voto. Aquel día fue inmensamente feliz, de gran alegría junto a mi familia, amigos y Cabildo electo. Ahora, pasado un mes y ya como Hermano Mayor proclamado, aquellas emociones permanecen al tiempo que impera la reflexión personal pues este gozo y contento obliga a trabajar como reto de toda Hermandad. Por ello que al entusiasmo va unido un fuerte compromiso y unas ganas inmensas por iniciar esta andadura. Y sobre todo el sentimiento de gratitud a la Virgen por haberme ayudado en tantas cosas y permitirme ser dichoso con lo que tengo y lo que soy.



¿Cuáles son los motivos que te han impulsado a dar este importante paso?

Principalmente y por encima de todo me siento un hombre de fe, devoto, de credo y liturgia porque no podemos olvidar que la Virgen, Madre de Dios, es oración. Luego hay circunstancias sobrevenidas en el tiempo. Hace cuarenta y tres años que mis padres llegaron a vivir a Calañas. Mi padre, Servando, de Chipiona; mi madre, Anita, calañesa. El destino común de ambos los trajo aquí cuando yo contaba cinco años. Ellos me llevaban -de muy niño- a visitar muchos domingos la ermita cuando el fraile Juan cobijaba aquellos parajes. Más de adolescente hacía la romería con los amigos y la familia. Fui costalero de aquellos del pañuelo con el nombre para coger el palo. 



Ya de joven y veinteañero me amparaba en la protección de la Virgen para iniciar los estudios universitarios, hacer la “mili” y todo paso comprometido que realizaba. Tuve el gran honor de ser Pregonero de las Fiestas a Nuestra Patrona en el mil novecientos noventa y cuatro, con sólo veintitrés años. Y más adelante, en dos mil uno, formé parte de un Cabildo. Son éstas unas experiencias maravillosas y tan cercanas que tejían en mí el deseo de ser Hermano Mayor alguna vez. Siempre he estado muy cercano a la Virgen, me gusta Calañas y me involucro en su devenir, sus costumbres y sus fiestas. Y por excelencia es la Romería la más significativa y que con su inmensidad ocupa la plenitud para este pueblo. Siento admiración por todo el fervor que dan los calañeses a su Virgen de la Coronada. Y de toda esta conjunción nace el paso que he dado y que con satisfacción voy a defender.


¿Qué te gustaría destacar del grupo que te acompañará en esta nueva aventura?

Tengo aún grabada cada respuesta de los miembros del grupo que me acompañan. Recibí expresiones, momentos de espera, llamadas de teléfono, visitas a casa, consultas familiares, asombro… impresiones que quedan guardadas. Pero todas confluyen en una aceptación amable, honesta y generosa por entregarse al camino de una Hermandad, a ser una ayuda y mantener la devoción a la Virgen y sus fiestas. Resumo en una frase dicha por este grupo la humildad que descubrí cuando les convoqué para formar Cabildo: “Si yo soy muy poca cosa para esto”… No sabían que la suma de muchas pocas cosas hace un equipo grande y realiza grandes obras. La humildad y la ilusión me hacen pensar que somos un grupo maravilloso al que se le ha presentado la oportunidad de dirigir la Hermandad, ocasión que no debe desaprovechar ningún calañés ni calañesa cuando se le hace la propuesta. Hay que mostrarse firme y valiente porque somos nosotros los testigos y herederos de la devoción a La Coronada. Cada uno de los llamados de este Cabildo tendrá su espacio, su cometido y sé que la Virgen los protegerá y llevará por la buena senda.


¿Cómo describirías para ti a “La Virgen de la Coronada”?

Desde el punto de vista personal, la Virgen de la Coronada es Madre, Madre de Dios, Madre de la Iglesia, Madre de todo lo creado, es Inmaculada, llena de Gracia y asunta al Cielo. Son los dogmas marianos y así los creo. La Virgen de la Coronada es protectora, es oyente, es mediadora, a Ella rezamos cuando más apurado estamos. Es nuestra Patrona. Todo se convierte en bello y claro cuando se aproxima su venida, la alegría irrumpe en las calles y casas y el pueblo de Calañas se engalana. Verdaderamente la Virgen unifica criterios, razones e ideas y es merecedora de nuestros mejores halagos. ¡Qué hijo no es feliz al lado de su Madre!


Como hemos mencionado antes, ya sabes lo que es estar en una Hermandad y ser Pregonero. ¿Podrías nombrarnos algunas anécdotas o momentos, que te gustaría destacar de ambas experiencias?

Ser Pregonero es algo irrepetible. Se congenia con la Hermandad, se asisten a todos los actos y eres uno más del Cabildo. Toda la familia lo vive con mucho entusiasmo. Precisamente se cumplen veinticinco años. Con tan poca edad tuve suficiencia y templanza para dar mi mayor expresión oral. Es rezar a la Virgen públicamente, es una manifestación, una proclama de fe que emana desde lo más hondo de tu ser. Recuerdo momentos muy bellos cuando hablé de la mañana de Resurrección, ese transformar en el cielo de Calañas, el texto sobre los costaleros, el emigrante calañés que marchado a trabajar vuelve honrosamente buscando su medalla, la súplica a los mineros de Almagrera. Curiosamente, cierro mi Pregón diciendo: “Hay destinos humanos ligados con un lugar o con un paisaje. Mi lugar es este paraíso de Calañas donde un día soñé la vida como embeleso inagotable… Reencontrarme aquí con vosotros, en otra ocasión, sería el placer más grande que pudiera yo tener. Mi pueblo me eligió Pregonero. Hoy estoy feliz. Calañas me lo ha permitido”. Y a los años Calañas me eligió Hermano Mayor.



Como miembro de una Hermandad se viven muchas experiencias. Era el Hermano Mayor, Cristóbal Llanes, y junto a su grupo se engrandeció el Acto de la Galana, se fomentó el Pirulito de San Juan, se instaló por primera vez una caseta en la Feria de Calañas, se hizo un cotillón de fin de año, se levantó la techumbre del antiguo salón de la Hermandad (ubicado en el mismo lugar que el Salón Multifuncional), se eliminó el muro central de la Casa de Hermandad de Sotiel y se pusieron nuevas vigas, recibimos a los emigrantes catalanes y viajamos dos veces a la Fontsanta en Cornellá (Barcelona) para acompañar a la Hermandad Filial, se aprobaron nuevos Estatutos y Régimen Interno y se oficializó el Patronazgo de la Virgen de Coronada. Además de continuar con todos los actos propios de la Romería, Traída, Procesión y Llevada. Todos los momentos fueron amenos y forjaron nuevas vivencias.


El desarrollo de la Romería se basa mayormente en mantener una tradición inquebrantable, aunque hay aspectos que suelen adaptarse a los tiempos o a los gustos, con la idea de mejorar o aportar otros puntos de vista. ¿Hay nuevas ideas que se podría barajar desde esta Hermandad, o de lo contrario piensas que se debe alterar nada?

La Hermandad no para en todo el año y soporta una gran dimensión de trabajo para que la fórmula de la Romería perdure, ya inventada y anclada hace muchísimos años es firme y hoy por hoy en su desarrollo no va a cambiar. La Traída y la Llevada seguirán marcándose en horarios aproximados, el Plan Romero permanece muy bien diseñado y el acompañamiento a la Virgen es inigualable. Pero es evidente que todo lo que se proponga para mejorar se estudiará sabiendo que el camino es el que tenemos y que pronto se seguirá avanzando en él para evitar los pasos por carretera, eso también es adaptación. Debemos entender que nuestra Fiesta Mayor se realiza en el propio pueblo el Domingo de Procesión, un día grande y muy sonado, que junto con los dos anteriores forman las tres semanas elegidas por la Virgen para su lucimiento.


Sin duda, la Virgen de la Coronada es el mayor sinónimo de la palabra unión en Calañas, que dota al pueblo de esa capacidad de luchar juntos por algo con gran ilusión. No obstante, y por ese mismo motivo, hay mucha gente que la ama y la concibe como su Patrona, a pesar de no compartir la fe católica, aunque pueda parecer contradictorio. ¿Crees que es algo que solo se puede concebir desde un punto de vista eclesiástico?

Se puede luchar por muchas causas asociativas y partidistas pero es verdad que el único principio que une y motiva a todos es Ella, ejercicio que debiéramos practicar con continuidad. Pero dudo que el que no comparta la fe católica no tenga ni un solo ápice. Verás, la Virgen a todos nos acepta, quizás el que más fe tenga más pecados guarde y el que menos fe demuestre apenas tenga faltas. Ahí está la conversión. La Virgen y su Hijo Jesucristo se expone, nos enseñan el camino y somos libres de seguirles o no. Cuando se acerca la Romería de Calañas, cuando suena el tamboril, cuando la Galana toma el estandarte, cuando cantan los costaleros, cuando se canta la Salve, cuando cruza la Virgen por los angostos arcos, cuando llega a Calañas, cuando las manos costaleras la alzan en el altar, cuando le rezamos el Ángelus, le cantan los niños, le celebramos el Novenario, cuando es procesionada por las calles, cuando al mayor le asalta una lágrima, cuando vuelve a Sotiel… a quién no se le compunge el corazón y siente un sobresalto que no lo sabe explicar, ¿es recuerdo, es alegría, es nostalgia o es fe? Es su mirada a María, es su credo de fe aunque lo llamen de mil maneras. Todo esto es Calañas, un regocijo de sentimientos por su pueblo y amor a su Patrona.


Uno de los debates más compartidos suena a la hora de amoldar la Romería a los nuevos tiempos, debido a  la creciente inclusión de tractores y otros vehículos, que han ido modificando las paradas y el desarrollo del camino de la Romería. De ahí que surgieran voces que propusieran la creación de un carril alternativo y así evitar en todo lo posible la carretera. A pesar de que somos conscientes de que es un proyecto muy costoso y a largo plazo. ¿Serías partidario de tenerlo en cuenta, en el hipotético caso de que se dieran las condiciones para hacerse realidad poco a poco?

Sí, claro. En esa línea trabajaremos. Los cambios no pueden ser bruscos, habrá que acoplarse paulatinamente a las nuevas vicisitudes de los tiempos. El tema del carril es algo iniciado y que está muy bien, el paraje La Cerecilla igualmente. La Hermandad no tiene medios técnicos ni económicos para remozar esos espacios, pero si contamos con la ayuda de todo el pueblo y la capacidad del Ayuntamiento seguiremos avanzando en el proyecto del camino, acotando y embelleciendo la nueva parada con árboles, zonas de descanso, aparcamientos. De esa forma, el tránsito de vehículos, tractores y caballería se irá demarcando debidamente. Eso es continuar en la línea que ha hecho el Cabildo anterior. Avanzaremos en esa realidad para tener una Romería más vistosa y más segura.


Para finalizar, felicitarte una vez más a ti y a todo tu grupo por haber tomado esta importante decisión, con todo el esfuerzo desinteresado que conlleva. ¿Cuál quieres que sea la seña de identidad que caracterice a esta nueva Hermandad, y como te gustaría que se recordase dentro de tres años?

La Hermandad y todo lo que engloba la preparación de su Romería y Fiestas viene realizando un trabajo impecable, sea el Hermano Mayor que sea hace más de trescientos años. Los Cabildos merecen mi aplauso y reconocimiento e invito a que todos nos mostremos así de agradecidos por la labor que hacen tan generosamente, conscientes de la tarea y el esfuerzo que conlleva. Es evidente que integrar un Cabildo es algo deseado voluntariamente por tanto no hay que sentirse inconformista ni molesto. Es una decisión juiciosa y adulta y eso es lo que he pedido a mi grupo, siempre transparencia, cabeza alta, alegría, fraternidad y buenas obras. 



Una Hermandad es un grupo de hermanos en la fe de Dios, pues igualmente debemos ejercer la caridad y el apostolado, llevarnos bien y saber perdonar. El rodaje nos hará funcionar y moldearemos algunos aspectos de las fiestas. En cuanto a señas de identidad me gusta trabajar con hitos históricos. El próximo año dos mil veinte se cumplen mil trescientos años desde que Tomasuco Andúvalo tallara la Imagen y la escondiera ante la invasión sarracena; también se cumplen quinientos años que Pedro Márquez se encontrara la figura justo en la ermita temeroso de una gran tempestad. Son hechos pasados y presentes que ligados a la gran tradición y devoción popular, el valor artístico y cultural de la Romería, los cultos que se realizan y la fe de los hermanos pudieran ser aspectos destacados para revestir a este trienio de Hermandad de un bonito acto. 

¡Gracias a ti, Juan José!

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