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Yo regalo cooperación internacional

Publicado por : elmorante.es a : martes, 10 de junio de 2014 0 comentarios
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Por Fernado Cordobés

De nuevo Fernando se presta a colaborar con elmorante.es con un nuevo artículo de investigación.


La ayuda al desarrollo de sociedades emprobrecidas aparece sobre peligrosas coordenadas: perspectivas economicistas, agresiones de grandes multinacionales, intereses de conglomerados empresariales, reducción de partidas presupuestarias, manipulación mediática... Ante ese nueva georreferencia, la ciudadanía ha vuelto a tomar las riendas de la solidaridad con una novedosa tendencia:regalar cooperación internacional. Pero antes de la esperanza, desvelaremos los grandes peligros del presente...

Uno de los proyectos de cooperación internacional desarrollados en Perú



Grifo cerrado. Ni gota. La cooperación internacional permanece estrangulada en un crimen casi perfecto. España ha regresado en términos de financiación a niveles de principios de los 90. 2014 ha sido el jaque mate a las ayudas al desarrollo, casi desaparecidas del presupuesto nacional. Estrategia demoledora: enfrentar la lucha contra la pobreza internacional con la necesidad de financiar los servicios sociales en España. Jugada maestra y todos callados.

La cooperación internacional corre serio peligro en las coordenadas geopolíticas trazadas sobre un mapa de intereses. Me explico. Los magos de la manipulación sacan de su chisteria el conejo de la mentira. Sus trucos engañan a la población, indefensa ante los efectos del ilusionista. Margallo sube a este escenario, pero hay más creadores de espejismos interesados. El mismisimo Bill Gates ha vestido sus opiniones de incorrecciones. Pondremos dos ejemplos que castigan el futuro a la ayuda al desarrollo y su encaje en la opinión pública. El más reciente: Gates ha dejado entrever que el proyecto Aldeas del Milenio ha fracasado en África al aceptar la hipótesis de Nina Munk. Grasso error. Este proyecto ha logrado reducir la tasa de mortalidad de los niños menores de cinco a años a menos de 30 muertes por 1.000 nacimientos. Sus métodos, estrategias y sistemas son espejos donde muchos países africanos se miran para determinar su gestión futura. El sistema de salud, con un coste muy bajo, ha mejorado considerablemente en el último decenio y las pautas agrícolas están marcadas con el conocimiento de agrónomos africanos. Entonces, qué hay detrás de la opinión de Gates?

Cabe recordar que la fundación de Bill Gates es una de los impulsores de la Revolución Verde en África. Y ya tenemos la trampa. Los donantes de la Alianza por una Revolución Verde en África representan los intereses de grandes empresas de biotecnología en lugar de los pequeños productores africanos. Es decir, lucro, lucro, lucro por encima de la solidaridad, de la soberanía alimentaria. No todo es lo que parece. Detrás de un bonito nombre, aparece un oscuro interés. A ello añadimos la maraña de conexiones con grandes empresas, como la multinacional Monsanto de la que tiene acciones el señor Gates, y la pretensión de la Alianza de utilizar semillas híbridas, fertilizantes y pesticidas químicos en su revolución verde (?).

Dijimos dos ejemplos y vamos a por el segundo. Existe una maraña de manipulación sobre la cooperación internacional con el interés de mercantilizarla. Algunas fundaciones quieren recolocar las coordenadas de la ayuda al desarrollo. Pretenden darle un cariz empresarial. No sólo de rentabilidad sino también de desplazar las políticas gubernamentales para ocupar esos espacios. Fuera las ayudas estatales y en ese lugar, empresas del desarrollo.

En momentos de crisis, esta teoría gana adeptos por desinformación, por ingenuidad o por interés. Estos son terrenos pantanosos, de serio peligro para la ayuda al desarrollo. Y vamos con el ejemplo para ser más claro. Estas empresas del desarrollo decidirían hacia qué países van destinadas la cooperación internacional y cómo se miden las necesidades de cada país, en función de su Producto Interior Bruto y el nivel de renta medio. Error gravísimo. “La estadística es una ciencia que demuestra que, si mi vecino tiene dos coches y yo ninguno, los dos tenemos uno”, George Bernard Shaw. Es obvio que la distribución de la riqueza es desigual y que el PIB o la renta medio son indicadores muy engañosos para valorar las necesidades de una sociedad. Error que cometió el propio Bill Gates en una entrevista en el Diario El País de España al aconsejar al gobierno español que dejara de aportar ayuda internacional a Perú con el argumento del PIB del país andino y de su renta media; sin tener en cuenta los índices de desnutrición infantil, que afecta a uno de cada cuatro niños, según los informes de Save of the Children.

Entonces, por qué ese consejo de Bill Gates? Quizás alguien podría pensar que tiene relación directa con un suceso muy cercano en el tiempo. Meses antes de la fecha de esa entrevista, algunas comunidades rurales de Perú habían votado en contra de la entrada de la multinacional Monsanto. Es decir, votaron 'No' a las semillas alteradas genéticamente, a las empresas de biotecnología agraria, donde Gates tiene depositados bastantes intereses. Pero este consejo bien podría emplazarse en esa teoría de que las empresas desbanquen a los gobiernos en el terreno de la cooperación internacional. Es decir, la imposición de una perspectiva economicista. Esto último sería muy peligroso porque la ayuda al desarrollo acabaría dominada por intereses espurios, con relaciones demasiado misteriosas.

La defensa universal de los derechos no conoce fronteras, ni sabe de banderas. Es responsabilidad de cada uno de nosotros, y se ejerce aquí y allá. En esta orilla del oceáno y en la otra, porque al final desembocan en el mismo destino: solidaridad. Es necesario no caer en las trampas interesadas, en la manipulación vestida con traje de información. La cooperación internacional tiene muchos enemigos, pero también posee poderosos aliados en cada conciencia ciudadana.

De hecho, en estos momentos acaba de aparecer una nueva tendencia en Estados Unidos y que aún parece no haberse exportado hacia otros puntos del planeta. Cada vez un mayor número de personas opta por regalar a sus amigos una donación en un proyecto de cooperación internacional. Es decir, en Navidad o en la celebración de un cumpleaños se obsequia al ser querido con un acto de solidaridad. La donación va destinada a una ONG de ayuda al desarrollo y hacia un proyecto concreto para saber el destino final de la financiación altruista. Esta nueva tendencia acaba de llegar incluso a las bodas. Nada de puros u otros obsequios para la invitados. En vez de ello, la pareja decide destinar ese dinero a una donación efectuada en alguna ONG internacional. De esa forma, invitados y pareja contribuyen a la ayuda al desarrollo. Así, en las puertas del banquete o de la ceremonia, colocan paneles informativos para conocer hacia qué ONG ha ido destinada la donación y sobre qué proyecto en concreto. Es el caso de Ellen y Fernando, que han decidido destinar su donación a la ONG Madre Coraje, que desarrolla acciones de cooperación internacional en Perú.

Esta tendencia es ejemplo de solidaridad, que ofrece luz dentro del terreno tenebroso donde colocan interesadamente a la cooperación internacional. Es el relevo de la ciudadanía responsable. Los ciudadanos vuelven a demostrar que otro mundo es posible y que además ya existe.

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