“Jaloubin”
Publicado por :
elmorante.es
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martes, 4 de noviembre de 2014
1 comentarios
Por José Maria Ortega.
Y celebramos “jaloubin”. Una fiesta importada de otros países a caballo entre carnavales y pasmantas. Una fiesta muy joven por estas latitudes, que celebran los jóvenes y de la cual un servidor no tiene nada que decir, porque realmente nunca la celebré, desconozco sus orígenes, sus tradiciones, su esencia. Sé que aparte de conllevar una amalgama de disfraces relacionados con el terror y por supuesto, estar regada por una buena cantidad de alcohol como todo fiesta que se tercie y, a lo que hay que sumar, que los más pequeños, disfrazados de diminutos espectros y graciosas brujas, golpean a las puerta y preguntan: “¿Truco o trato?” Y la mayor parte de la gente, sin entender la pregunta dice cualquiera de las dos posibles respuestas y le zampa, en la calabaza, un puñado de caramelos de los reyes del año anterior, y a continuación, cierra la puerta y sigue viendo la tele. Poco más sé. (Mira por donde ya hay un motivo para coger los caramelos que tiran sus majestades)
¿Truco o trato? Realmente ni los propios niños que realizan la pregunta saben muy bien que hacer, cuando responde el propietario de la casa, pues bien os explico, si decimos trato, llegamos a un acuerdo con los niños y le damos caramelos, o cualquier otro regalo a cambio, ellos se van. Si decimos truco, cerramos la puerta, no entregamos ningún caramelo, y nos exponemos a que los niños, nos hagan un truco, o más concretamente, una travesura en la puerta de casa, algo que seguramente no sucederá porque lo mismos niños, como ya dije, no saben muy bien como va el tema. No veo mal que se celebre esa noche desenfadada, porque aparte de justificar un buen fiestorro para los más grades, los niños la disfrutan especialmente, y sólo con eso es suficiente para no tener que condenarla por ser una invasión americana, o americanada, realmente lo es, pero sólo es una más. (A estas alturas, ¿qué hacemos? ¿Cerramos todos los Macdonald?).
Yo como digo, nunca la he celebrado así, estas fiestas para mí, siempre fueron un poca más de flores y cementerio, de tarde de bares y ropa de los domingos. Lo que si quiero contaros, lo que veo mal, lo que sí me jode, es que los más mayores, yo me incluyo, no hayamos sido capaces de mantener e inculcar, a nuestros descendientes, las fiestas con las que nosotros disfrutábamos de niño y no tan niños, y hemos permitido que se pierdan esas tradiciones, esas fiestas de las que sí conocimos todos sus entresijos, todas sus posibilidades, y sobre todo, toda su esencia.
Les aseguro que los peques de la casa, se lo pasarían mejor en una cama de juncias saltando y retozando, que pidiendo caramelos de casa en casa, y los que son un poco más grandes disfrutarían cortando el mestranzo, y el helecho y haciendo la cama y después los látigos, y como no, cortando los pirulitos y transportándolos hasta su calle. Seguro que así se lo pasarían mejor que disfrazándose de fantasma, sin saber muy bien por qué. Y a los adolescentes y jóvenes, deciros que en la noche de San Juan, se gozaba como un enano, cortando rastrojo y pasando la noche sin ser visto entre carreras y sonrisas y deseándole los peores augurios amorosos, con higueras y eucalipto, a esa chica que te mandó al carajo.
Y por supuesto os aseguro que el corazón, se os pondría a mil, declarando tu amor en el mayor anonimato, entre rosas y claveles, entre adelfas y olivo, a esa niña por la que bebías los vientos. Y a las chicas, imaginaros lo que era levantarse por la mañana, después de una noche de fiesta y ver amarrado en tu ventana un ramo de rosas, preguntarle a vuestras madres y ya veréis lo que os dicen, ya veréis lo que os cuentan de esas mañanas de verano.
Perdonarnos, os dejamos sin poder disfrutar de estas noches maravillosas, a medias porque dejamos que unos nos las estropearan, a medias porque no pusimos el interés necesario para seguir manteniéndolas. Ahora tenéis Halloween, yo de esta fiesta, no puedo contaros mucho, sólo sé lo que vi en las películas, y lo que leí en Internet.
Hay algo que está claro, no todo lo anterior fue mejor, Hasta ahí de acuerdo, pero tampoco todo lo que viene de fuera, es mejor que lo que tenemos en casa.
Ay, con lo bien que olían esas camas de juncia...que pena que no esté permitido cogerla y que como te pille el seprona la hemos "liao"
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